domingo, 17 de febrero de 2019

Alta política.



Las redes sociales nos han atrapado de manera inusual, sin precedentes. Usamos tanto los medios de conexión social al grado de, incluso, sugerir su prohibición en sitios de convivencia habitual como bares y algunos cafesitos.  
Es de esperarse que, al no interactuar físicamente con nuestros interlocutores, nuestras ideas son expresadas sin filtros que permitan demostrar nuestra honestidad respecto a lo que opinamos sobre ciertos temas ya que, incluso, no sabemos si los perfiles con los que interactuamos corresponden a quienes se dicen ser.
Dentro de estos espacios, donde la sociedad convive virtualmente, uno de los temas de mayor recurrencia es la política u otros que son lanzados “al ruedo” por “influencers”; que son expertos en “encender la mecha” para generar debate entre quienes frecuentan dichos sitios.
Tal nivel de interacción provoca un desapercibimiento entre lo que sucede en realidad y el ámbito virtual. Esa barrera digital se vuelve un escudo que nos da valor para “aventar la piedra y esconder la mano” para debatir en línea, o no hacerlo si no nos da la gana. Por esta razón, innumerables usuarios de las redes nos aventamos a hablar de “alta política”. Lo que sucede a continuación se vuelve un revoltijo, obviamente después de leer noticias o ver videos, que ahora pueden difundirse sin siquiera tomarnos la molestia de revisar su origen y certificar su veracidad.
(Ciudadanía)
Resulta lamentable que, en sociedades que aspiran al desarrollo, no nos pongamos de acuerdo ante la recurrente desinformación. Pero lo más severo es que creamos que nuestro papel es juzgar a los actores políticos que figuran en la escena, sin antes analizar los actos que, día a día, ejercemos como ciudadanía.
Tal es el caso de los que insultamos, criticamos y comparamos a los políticos sin antes resolver que tiramos basura y otorgamos “mordidas”; no respetamos las reglas del tránsito y no vemos a transeúntes y ciclistas desde nuestro auto; no denunciamos y no conocemos nuestra legislación; etcétera… Para no caer en lo mismo, debemos de vernos a la cara, interactuar y respetarnos como ciudadanos.
Curiosamente a esta descripción aplica el siguiente dicho popular: “Como te ven, te tratan”. Y como es costumbre, después de exponerle este pensar al conductor del taxi, la pregunta fue:
-¿Entonces como le hacemos?-
Contesté…
–Logremos que el policía, el Alcalde, el Presidente municipal, servidores públicos y políticos nos miren diferente.-
-¿Pero cómo?- El conductor insistió.
-Pues respetemos las reglas del juego: aprendamos los reglamentos y normas que nos rigen como sociedad, no tiremos basura, respetemos las reglas de convivencia, etcétera…-
-¿Y entonces?- El conductor cuestionó nuevamente.
-El policía no te verá como una víctima a la cual puede sobornar; el Presidente municipal se preparará para servir a un pueblo consiente y demandante; el Alcalde tomará en cuenta las propuestas de los colonos; los servidores públicos te verán a los ojos con respeto y valoraran su trabajo y; el político será un serio y sobresaliente ciudadano que nos represente con dignidad y congruencia, ya que habrá una estructura firme que no le permitirá lo contrario.-
Esta reflexión, me inclina a sugerir que no hablemos más de lo que nos sugieren “los del cuarto poder” o los populares en redes sociales. Compartamos lo bien que hacemos las cosas y demostremos lo propio en la vida real.
Recordemos como pueblo, como sociedad, lo solidarios que somos en momentos de crisis; seamos ahora solidarios en momentos de transición política. Recordemos que una democracia en las circunstancias actuales no es democracia, sin embargo está en nosotros construirla.
Lograr este cambio nos permitirá ver, finalmente, a nuestros representantes políticos trabajar con honestidad y así no volverán a robar, corromper y gastar nuestros recursos para desahogar ambiciones personales. No caigamos en su juego, no permitas que su ejemplo desaliente tu convivencia con los que no nos encontramos en la “alta política”, hablemos de nosotros y lo poderosos que somos como sociedad unida.
EHR
Mil palabras dicen más  que una imagen.

lunes, 11 de septiembre de 2017

Reflexiones sobre la consolidación nacional en México. Mesoamérica - siglo XIX

Reflexiones  sobre la consolidación del Estado mexicano
Mesoamérica - siglo XIX

México como nación independiente no gozó de estabilidad debido a la serie de acontecimientos históricos que sucedieron desde su concepción como parte de Mesoamérica. Internamente, la fundación del Imperio Azteca, la lucha por el poder, los ideales y la defensa de una identidad determinada marcaron el comienzo de la historia de una sociedad de suma complejidad dada las características de sus estructuras sociales determinadas por su idiosincrasia, adoración y respeto a lo sobrenatural o inexplicable.

La consolidación del Estado mexicano es todavía un proceso que sus habitantes vivimos generación tras generación. Después de su independencia en 1810, en México se vivieron sucesos que homogenizarían costumbres, hábitos e ideas que detonarían una revolución en 1910 misma que, a su vez, culminó en un intento de “sociedad consolidada” que en la práctica resultó dominante por grupos previamente colocados en el poder producto de las diversas pugnas vividas en aquella época. En pocas palabras los mexicanos eran libres, demócratas e independientes en un discurso muy alentador, que en la práctica resultó aterrador y hoy en día continuamos sufriendo aquellos efectos.

Aunque se puede hablar de una sociedad ciertamente reconocida por sus avances tecnológicos y avances  en la astronomía, agricultura y arquitectura, la necesidad de los grupos avasallados de aquel entonces y  la explicación de cada suceso inclinada hacia lo divino le restó cordura a las decisiones de un imperio mexica que fuera conquistado por Hernán Cortés entre 1519 y 1521. Desde este momento histórico la heterogeneidad de una raza de cobre se vislumbraba sin reconocer las implicaciones de un mestizaje originado con la llegada de los españoles. Fue entonces cuando los estragos de la influencia de una sociedad totalmente polarizada marcaron el transcurso de sucesos que no permitieron lograr una identidad homogénea.

Estos hechos matizarían la estructura de una sociedad que en lo sucesivo no lograría identificarse plenamente con alguna estructura gubernamental dadas las diferencias entre estas.

Sin duda alguna el impacto de la evangelización y las cruzadas que lograron el objetivo de cristianizar a los habitantes de Mesoamérica y sus alrededores agudizaron aun más la confusión existente en la sociedad que intempestivamente veía cambiadas sus deidades.

Después los resultados de esta conquista se verían plasmados en mapas que sustituían los templos religiosos y edificios piramidales por palacios  y estructuras que correspondían a un virreinato español que intentó consolidarse sobre la base de una cultura milenaria.

Para el siglo XVIII, fruto del mestizaje la generación criolla comenzaría con la búsqueda de un reconocimiento global que le permitiese establecer sus propias estructuras con miras a una separación de la corona española. Esta tarea comenzó con una etapa de ilustración que introducía conceptos de un estado independiente que no dependiera más del yugo de la corona española. Esta etapa exponía a una sociedad diferente a la mesoamericana y a la española, era una sociedad que se aspiraba a una “conciencia criolla” con tintes separatistas que respondía a la necesidad de ajustar la estructura gubernamental a las características de esta nueva  sociedad. Dicho grupo criollo incluso fomentó un resentimiento xenofóbico en contra de los españoles, esta actitud invariablemente influía la identidad de la sociedad mexicana que vivía ciertos dilemas de carácter racial que ya influyen en todos los grupos sociales (indígenas, criollos y españoles).

Aunque predominaba una influencia española, la nación que ahora se conformaba también tenía una inherente influencia indígena.  Prueba de lo anterior fue la exaltación de los beneficios hacia la devoción de la deidad Guadalupana que pertenece a las prácticas religiosas de la Nueva España.
Posteriormente la Guadalupana adquiriría tintes políticos para la iniciación del Movimiento de Independencia que permitiría la separación la Nueva España de la corona Española para convertirse en el México Independiente ya entrado el siglo XIX.

Superficialmente, la consumación de la independencia de la Nueva España en 1821, permitió la instauración, en la nueva nación, de conceptos como "soberanía" e impulso un movimiento ilustrado que enfatizó el carácter de los criollos como herederos del pasado indígena. Este cambio social permitió que la clase media se empoderara en un ascenso que le permitiría injerencia en asuntos sociales y políticos reservados anteriormente para la aristocracia. Paralelamente, los indígenas que representaban más del cincuenta por ciento de la población continuaron subsistiendo en condiciones deplorables y de explotación.

El atraso que sufre el sector indígena del México independiente no genera mayor preocupación entre los líderes políticos e intelectuales lo que agudiza las diferencias sociales en un momento clave de la consolidación de la nueva estructura gubernamental en México.

Paralelamente a la crisis social, México como nación independiente comienza a generar interés por parte de otras naciones como Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos, a quienes se les ofrece facilidades para explorar minas en territorio nacional con la finalidad de generar recursos para la subsistencia de un nuevo Estado.

Tras las exploraciones, Estados Unidos comienza a reconocer movimientos separatistas en el norte del país y finalmente estalla la guerra con México. En esta etapa partidos políticos comienzan a conformarse en medio de la presión por la aproximación de las tropas Norteamericanas con intensiones expansionistas que provocan la pérdida de la mitad del territorio nacional tras batallas que México pierde en su frontera y en Veracruz.

Los sucesos citados reflejan la dificultad por consolidar un gobierno estable en el México del siglo XIX. Esta dificultad por gobernar México dependió de intereses por parte de países con intereses diversos que finalmente correspondían a la ambición por poseer y/o gobernar México. Inherentemente, la sociedad mexicana no se reconocía a si misma debido a las múltiples influencias sociales y culturales que no permitieron consolidar una homogénea identidad en aquel entonces.

La volatilidad de los intereses que México generó después de su independencia subrayó la presión y angustia de los líderes mexicanos. Esto quedó reflejado en la falta de elocuencia discursiva entre conservadores y liberales que prácticamente denotaban confusión. La falta de acuerdo entre los grupos disidentes demostraba el gran dilema de una nación que debía dar un paso hacia adelante sin miedo al fracaso ante un proyecto de nación independiente. Esta incertidumbre dejo clara la existencia de una nostalgia de lo que México fue.

De acuerdo con el análisis de Charles Hale, la guerra mediática ocupo en el siglo XIX un papel de sumo peso que influyó enormemente en el destino de México independiente y mutilado al final.
La posición liberal debió triunfar ante la visión conservadora que se contradecía en sus discursos por encontrase ya en la era del México Independiente. Ambos grupos (liberales y conservadores) abusaron de los discursos ya que faltaron hechos que coincidirán con el discurso. Pienso que se invirtió más tiempo del necesario en el discurso, hecho que permitió el éxito de intereses extranjeros que fácilmente se introdujeron en una nación independiente pero confundida. En este sentido el debate político no debió darse el lujo de discutir interpretaciones históricas como la de postular a Agustín de Iturbide como héroe nacional; en vez de ser el cura Hidalgo quien recibiera merecido reconocimiento.

De manera centrada, la postura de  Lucas Alamán pudo haber sido la más congruente al aceptar las determinaciones de Agustín de Iturbide establecidas en el Plan de Iguala que proponian adoptar una forma de gobierno basada en una monarquía moderada “…ya que en un país heterogéneo socialmente como México el gobierno no debe romper abruptamente con el pasado.”

La postura conservadora, ciertamente pesimista hacia un concepto de nación soberana y democrática debilitó el proyecto propuesto por Melchor Ocampo que contenía todas las bases de una nación liberal y anticlerical. Sin embargo, esta postura también se adelantaba a la situación real del Estado Mexicano que debía evitar cambios intempestivos, mismos que dificultaron, junto con la falta de identidad de un pueblo que sufrió de múltiples influencias sociales y culturales, la consolidación de un Estado pleno y estable.

Erick Hernández - Rodríguez


lunes, 15 de mayo de 2017

"La ignorancia y el poder"

¿Por qué no son los más preparados los que llegan al poder?


La educación requiere tiempo y esfuerzo en aulas, bibliotecas y en el estudio per se. Comúnmente una persona preparada invierte buena parte de su vida en estudios, cursos, talleres, diplomados entre otros. Un político promedio invierte buena parte de su vida en actividades proselitistas mejor conocidas como “buscar el hueso” y dejan de lado la práctica de valores aceptables que se entrenan en un ambiente académico; en vez de ello los “políticos promedio” aprenden a sobornar, extorsionar, a hablar en público para ofrecer falsas promesas “marear”, a coleccionar credenciales de elector y a otorgar incentivos básicos a personas con grandes necesidades (televisiones, despensa o dinero en efectivo) a cambio de su promesa de voto y/o afiliación.

Por esta razón es tan complicado hacer proselitismo en universidades y/o instituciones académicas. Ahí adentro los alumnos forman su propio criterio y se atreven a cuestionar a quien intente convencerlos de ciertas ideas políticas. Muchas veces los políticos se presentaran en estas instituciones con las precauciones pertinentes ya que es muy probable que se sientan ofuscados ante el cuestionamiento de los propios alumnos.

¿Será porque son los menos simpáticos?

Ciertamente, a lo largo de la historia moderna nos hemos encontrado con una serie de personajes que nos representan de manera obstinada y con desacierto. En las elecciones pasadas, y la historia no permite equivocaciones en esta afirmación, buena parte del electorado decidió votar por el “más guapo”.

¿Y eso por qué?

De alguna manera se dejaron llevar por la construcción mercadológica de un maniquí que no podría asegurar que había leído un solo libro en un año. No es deseable criticar, sobre todo si no se cuentan con argumentos, pero esta crítica no es hacia un solo grupo, ser o partido en específico; se trata de un auto examen que todos deberíamos practicar.

Los políticos ¿Un reflejo de la sociedad? Cultura de “El que no tranza, no avanza”

Sin entrar en preferencias partidistas o entrar en detalle sobre los perfiles de nuestros representantes, se puede afirmar y comparar nuestro perfil ciudadano con los comportamientos de los políticos. Sin entrar a detalle y poniendo en cuestión esta afirmación solo hay que mencionar algunos casos…

¿Qué hacen algunos vendedores de jugo de naranja?

Respuesta sugerida para este análisis: le ponen agua a su extracción para ganar más; lo mismo sucede en las licitaciones gubernamentales, para poder obtener un beneficio se otorga la licitación a quien se “moche” o  le ponga agua al jugo, solo por citar un ejemplo. Y así podríamos continuar con el ejemplo de los tacos de suadero o “suaperro”, así como con el microbusero que hará todo lo posible por ganar más pasaje que sus colegas, a la mala, sin importar que pone en riesgo la vida de sus pasajeros. Ellos y nosotros votamos o tal vez no, pero todos quisiéramos un gobierno decente que represente lo que es México y aquí, en vez de culparlos a ellos, porque no actuamos nosotros y les demostramos con el ejemplo que no nos dejaremos más. Ya que en ambos casos todos perdemos, nosotros más que ellos.

¿Qué pasaría si la población fuera más educada?

Obviamente los criterios para elegir a un representante serían apegados a las necesidades que se observan en nuestra sociedad, es decir; en vez de aplaudir la construcción de un segundo piso del periférico o un metro-bus al estilo Londres en Paseo de la Reforma, exigiríamos banquetas, pavimentación, drenaje, políticas para favorecer la nutrición y el suministro de agua en donde no se cuenta con ella, entre otras miles de exigencias que no parecen ser muy novedosas pero son reales y necesarias de acuerdo a nuestra autentica y verdadera realidad.

Esta respuesta nos lleva a una justificación obvia sobre el “por qué” a nuestros representantes les conviene mantenernos en la ignorancia y una solución para no serlo, simplemente debemos entender que la educación comienza en casa y allá afuera cada quien deberá continuar con las opciones que se tengan pero sobre todo bien dotado de valores para tomar buenas decisiones. 

lunes, 27 de febrero de 2017

El declive; México, su gente, su grandeza y sus funcionarios...

Reseña político social sobre México, su sociedad y representantes.

Los hechos y las bondades de los mexicanos:

Tolerancia: aunque existen temas muy debatidos y aparentemente rezagados, México y su gente conviven con elevados niveles de tolerancia. Tan solo imagina a un grupo de 20 millones de estadounidenses o europeos conviviendo en las estrechas calles y caminos de la Ciudad de México. Cuando en países como EUA cualquier mínimo error podría ser castigado con una agresiva reacción de ira (muchas veces acompañada del valor que abona portar una arma de fuego).

También es cierto que México es un país con elevados índices de corrupción y esta situación no debe ser pasada por alto cuando hablamos de integridad humana. En este caso, los mexicanos debemos de trabajar duro todos los días para ayudar a nuestras autoridades a reflexionar respecto al tema de la corrupción; y si eres extranjero no te hagas el chistoso queriendo sobornar a uno de nuestros oficiales.

¿Pero como abordamos el tema de la corrupción en México?

Afortunadamente el crecimiento de nuestro país no ha dependido de la constante coerción del Gobierno hacia sus habitantes y más bien las puertas se han abierto para inversionistas produzcan y brinden empleos. Me atrevo a decir que el capital rige en donde el gobierno cede.

En los últimos días esta realidad capitalista se ha ido modificando gracias a la participación de la ciudadanía en un estrato medio; esto se explica porque esta parte de la población tiene acceso a la información, ésta preparada académicamente y no posee grandes acumulaciones de capital. En términos generales, la población mexicana esta ayudando a su gobierno a mejorar y aunque el trabajo es inmenso los mexicanos estamos seguros de la riqueza que poseemos.

Con este planteamiento no pretendo encontrar el "hilo negro" que de solución a los problemas de mi país. Mi intento pretende alcanzar al mayor número de lectores que puedan pasar este mensaje positivo que describe lo que los mexicanos, "que no salimos en la tele", queremos. Lo complicado de estos mensajes es que tal vez, nunca nadie en la esfera donde se toman decisiones, lea este tipo de planteamientos que los mexicanos promedio hacemos día con día sin que se nos escuche.

¿Por qué no nos escuchan?

Sin tratar de ser poético o patético lo primero que pienso es que no nos hacemos escuchar. Salimos a gritar y a manifestarnos pero dejamos el quehacer diario para después  y la construcción de un verdadero país se ensambla desde las más humildes trincheras y los más simples pero importantes valores como el "respeto" y la "honestidad".

Hace falta creer en nosotros para construir las filas de mexicanos que ayuden a nuestro gobierno sin recelo de los abusos que sus integrantes han cometido descaradamente ante la mirada de millones de mexicanos carentes de recursos para decirle "NO" a los funcionarios ignorantes e inconscientes.

¿Qué debemos hacer?

Resultaría muy fácil decir que tenemos que mejorar y plantear propuestas. Lo interesante de esto es que las propuestas ya están en el debate público y los representantes de nuestra nación seguro se preguntan como deben reaccionar sin dejar de lado sus intereses personales. Ahí mismo es donde se encuentra la respuesta "sus intereses personales" deben quedarse en casa ya que nadie los ha obligado a representarnos; al contrario los hemos halagado con el voto y sus partidos los han beneficiado al darles la oportunidad de ser los representantes de México.


La política no es un juego...

Sin ir más allá, tenemos que hablar con franqueza y con humildad. Los representantes de la gente no tienen que olvidar que su papel no tiene nada que ver con la fama, aunque así haya sido en las trincheras partidistas que con sus malas prácticas y parafernalia abonan al ego de los que podrían ser los mejores contrincantes al momento de competir por el sufragio. Esto tiene que cambiar urgentemente y los partidos políticos deben dejar de jugar y reorientar sus prácticas para recordarse que ni una sola pluma, lápiz y hoja de papel (que se utiliza en el "partido") les pertenece. Todos esos insumos, los autos, guardaespaldas y presupuesto para sus campañas nos pertenece. Los mexicanos que no somos famosos pagamos por ello... pagamos por su desodorante, corbatas y gel que utilizan antes de salir de casa o mansión; que es suya gracias a los altos salarios que nosotros pagamos con nuestro trabajo día con día.

Siendo filosóficos...

¿A donde va un representante público de nivel municipal? Probablemente quiere ser gobernador, senador o presidente. ¿Y después de eso? ¿Para qué querría una persona pública acumular riqueza de manera ilícita? ¿Para poner en riesgo su libertad? Pero para esta última pregunta existe una respuesta muy simple, y la respuesta nada tiene que ver con el hecho de que el representante figurado al que me refiero vaya a la cárcel, no. Probablemente la cárcel sería el mejor destino ya que jamás un funcionario corrupto podrá disfrutar de los parabienes que la gente honesta disfruta con mucha mayor austeridad y si un ratero no llega a prisión se construirá la suya como las historia y hechos recientes lo han demostrado.

Que hacemos los mexicanos...

Debemos manifestarnos todos los días con nuestras acciones; reflexionando a cada paso que damos para así mejorar de manera individual buscando una colectividad unificada y fortalecida con valores e ideas nobles y bien preparados para cuestionar y actuar ante cualquier paso en falso de nuestros representantes.

Consejos prácticos:

Entrena día día las siguientes prácticas:

Respeto y tolerancia; respetar la opinión de los demás y manifestar nuestras ideas con respeto.
Consciencia de nuestro alrededor. Cumplir con las reglas básicas de urbanidad, es decir respetar al peatón, utilizar medios alternativos de transporte y recuerda que no solo el uso de automóvil daña al medio ambiente, también el uso del claxon es nocivo para la salud humana y tu alrededor.

Respeto al medio ambiente: no tires la basura ni en la calle ni en los alrededores de tu casa, cuida tu entorno por que no es solo de una persona, es de toda una comunidad es de un pueblo que digno que espera las mejores opiniones de los demás naciones.

Cultiva la honestidad y la humildad: donde sea que trabajes recuerda que cualquier trabajo es digno y un salario alto no te hace ni mejor ni peor que los demás. Finalmente la riqueza; el auto y los bienes acumulables jamás se han fugado al más allá con las almas de los que ya no nos acompañan y si deseas heredar algo te recomiendo heredar conocimiento y herramientas para construir un patrimonio propio y bien valorado. Nunca discrimines porque ese será el primer motivo de otros para arremeter contra ti.

Sé más orgullos, una persona orgullosa de su identidad esta condenada al éxito.

¿Que deben hacer los políticos?

Ponerse las pilas y leer esta reflexión.














jueves, 10 de noviembre de 2016

Programa: Diez Pasos para Ajustarse al Presidente Electo Trump

Programa: Diez Pasos para Ajustarse al Presidente Electo Trump


“Bueno, wow! Tenemos presidente electo, quien para grandes estadounidenses representa al hijo de Satanás. Un torpe y desalmado hijo que porta las peores banderas, fallas y pesadillas.

Pero desde un punto de vista más amable…

La pregunta que se plantea el día de hoy es ¿cómo lidiar con la realidad de Donald Trump, el siguiente presidente de los Estados Unidos de América? Recuerden, estamos haciendo esto por su salud mental, no la de él (Trump).

La base de este planteamiento es esperar lo mejor y simultáneamente estar preparado para lo peor. “Nos mataron pero no estamos vencidos todavía” dijo Tim Kaine, citando a Faulkner en una de sus líneas más aplaudidas del equipo perdedor.

Olvida mudarte a otro país. Por supuesto suena tentador, pero te sorprenderá cuantos países se encuentran sin entusiasmo de recibir a nuevos ciudadanos americanos. Los canadienses se la pasaran diciéndote sobre lo increíble, sensible, y bien parecido que es su primer ministro. En Nueva Zelanda te encontrarás con una terrible crisis para el acceso a la vivienda.
Seamos más prácticos. Aquí vamos:

Un Programa de 10 pasos para Ajustarse al Presidente Electo Donald Trump.
1)    Comienza con noche de consumo excesivo de alcohol. ¿Ya lo hiciste? Bien, vamos por buen camino.

2)    Date cuenta que Trump no está loco. Obviamente ha actuado como tal en público. Pero si lo conoces en una ocasión social probablemente te darás cuenta que es una persona bastante agradable.

Yo digo esto como alguien que alguna vez recibió una carta de Trump diciendo que tenía cara de perro. Pero la siguiente ocasión que lo vi en una reunión a la hora del desayuno se comportó decentemente. Dijo algunas bromas interesantes sobre cuánto dinero obtuvo de la producción de su show de televisión. Obviamente esto no es el equivalente a una “reencarnación de Theodore Roosevelt” pero nos encontramos trabajando con lo que hay.

3)    Trump tiene el nivel de atención de un mosquito, pero sí de manera razonable elige a su gabinete, el gobierno funcionará bien.

Será fácil decirlo si esto no llegará a suceder: Rudy Giuliani, Procurador General.
4)    Lo mismo sucede con las relaciones internacionales. Trump parece no tener mucho que ver cuando se trata de desempeño internacional, pero tal vez con consejos adecuados, él deberá tener un acercamiento moderado que defraudaría a los halcones Republicanos.

Debemos alertar que ésta no será una buena fórmula: Newt Gingrich, Secretario de Estado.
5)    Si te encuentras preocupado por los asuntos sociales, recuerda que hasta hace muy poco, Trump fue un manhatanita bastante liberal.

Solo por si acaso, deberías firmar un gran cheque en favor de Planned Parenthood.
6)    Cuando se trate de asuntos referentes a la política interior, para Trump solo habrá líneas de aplausos y monedas de cambio. Cualquier otro asunto podrá ir en cualquier dirección.

Mientras que esto no necesariamente nos debe mantener tranquilos, si es mejor que asumir que de hecho Trump se cree todo lo que dice. Por ejemplo ¿Qué tipo de programa, podría realmente atraerlo con el alma? La única cosa que yo me puedo imaginar es la construcción de la multitrillonaria “Infraestructura de Trump más Grande que Nunca Haya Existido y el Programa para Construcción de un Campo de Golf en los 50 Estados”.

7)    Respecto a los resultados de la elección: No dejes que la gente diga que el voto es la prueba de que la mitad de los estadounidenses es racista. Existe otra elocuente explicación respecto a la victoria de Donald Trump. En la mayoría de las elecciones presidenciales la gente decide entre cambio y continuidad. Hillary Clinton se postuló para continuar con el legado de Obama después de haber servido durante dos periodos continuos. Los estadounidenses generalmente votan por el cambio y la otra mitad por los nominados por el partido de su preferencia.

Y si, lo sé -hubo mucha gente gritando la letra “N” o “Sieg heil” en las manifestaciones. Pero si te quedas con eso, no querrás salir de tu casa nunca más. Piensa en ello como si básicamente existieran dos posibilidades cambio/permanencia en la elección, además de aquellos nefastos que no fueron a votar y tiraron su voto a la basura.

8)    No se trata de darle a nadie una segunda oportunidad, incluso si se trata de Donald Trump. “Ahora todos seremos la raíz de su éxito”, dijo el Presidente Obama. De verdad, no querrás ser una de esas personas que, como Omarosa Manigault, Directora de enlace con la comunidad Africano Americana, dijo a un reportero el día de la elección que, cuando se trata de enemigos “ El Sr. Trump tiene una gran memoria y conservamos una lista”.

Ahora ese es el tipo de actitud que deberá venir de la mano si tú eres participante del cursi reality show televisivo “The Celebrety Apprentice”. Aunque obviamente eso no tenga nada que ver con el hecho de ser el jefe ejecutivo de los Estados Unidos de América.

9)    Trata de pensar en los resultados de otras elecciones que el mismo miércoles fueron más positivas. Algunos estados aprobaron nuevas iniciativas para el control de armas. Algunos otros incrementaron la cantidad mínima, y algunos más aprobaron el uso lúdico de la marihuana. Lo que sin duda será muy útil en los próximos años.

10)  En la celebración de acción de gracias, si tu familia continua hablando sobre los insultos de Trump, inclina la conversación hacia el triunfo de los Cubs de Chigado en la Serie Mundial.
Podría ser una comida complicada, pero recuerda que un par de días después nuestro presidente electo tendrá que atestiguar en la corte sobre el caso de fraude de la Universidad de Trump.


Siempre habrá una luz de esperanza.”

Gail Collins

Por Gail Collins, The New Your Times, Nov 2016 / Traducción y adaptación de cortesía al español por Erick Hernández-Rodríguez, Politólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México erick.hernandezr@outlook.com

Para ver el articulo desde el sitio de Internet del New York Times:http://www.nytimes.com/2016/11/10/opinion/ten-step-program-for-adjusting-to-president-elect-trump.html?ref=opinion&_r=0



viernes, 2 de septiembre de 2016

¿Por qué invitaste a Trump?

Hace un par de días Donal Trump, candidato a la presidencia de Estados Unidos por el partido republicano, visitó México tras una invitación que el presidente de México le extendió.

¿Qué fue lo que sucedió?
¿Por qué fue invitado?

Estas y otras preguntas nos hacemos los mexicanos y la comunidad internacional después de los insultos públicos y discriminación dirigidos a los migrantes manifestados por el mencionado candidato como parte de su campaña hacia la presidencia de aquel país.

Es evidente que nuestro presidente (Enrique Peña Nieto) fue muy reservado al manifestar sus inquietudes y su posición paternalista al decir que él está para proteger a los mexicanos. Pero como es posible manifestar esto si le abres la puerta a la mayor fuente de insultos y agresiones hacia los mexicanos en la actualidad. Además, porque asume el presidente que nosotros no nos defendemos cuando somos los primeros en decirle al Sr. Trump que no es bienvenido en México. No es de gratis que no sea bienvenido en casi ningún lugar ya que él se lo ha ganado. Por naturaleza cualquier especie se defenderá ante cualquier agresión externa y la especie humana no es la excepción. 

Pero en cuestión de política las respuestas a estas inquietudes generalizadas deben ir más allá. Porque un presidente permite una agresión implícita, ya que la presencia de Trump es en sí una agresión, es un insulto y además por sus manifestaciones es un atentado contra la soberanía nacional al decir que nos hará pagar por un inservible muro.

Bladimir Putin, Hugo Chávez o Maduro, el mismo Barak Obama jamás hubiera permitido que un agresor ingresara con previa invitación a su país.  ¿Por qué Peña Nieto lo permitió? 
Su respuesta es: para construir un diálogo. ¿Pero cómo puedes intercambiar con alguien que no conoce el mismo concepto de “diálogo”? 

Independientemente de quien gane las próximas elecciones en aquel país pienso que no es sano permitir actos “políticos” como esta reciente visita de tan polémico personaje. Estos actos deben ser planeados pensando en el costo beneficio que pudiera obtener una nación. En este caso es costo es alto y el beneficio es y será nulo. Por una parte, los mexicanos necesitamos fortalecer el concepto de orgullo y por qué no, incrementar nuestro sentir nacionalista. Actos permisivos como el ocurrido hace un par de días, no solo evidencian la carencia de un sentimiento positivo hacia la nación si no que reflejan inseguridad de quien supuestamente nos dirige. 

Me pareció que permitir una visita así resulta injusto para los mexicanos. Me parece también que este acto afectará aún más la imagen de los mexicanos, dentro y fuera de México, debido a que se puede percibir que aunque nos insulten sabemos perdonar a quien jamás se disculpó. Lo sucedido es contradictorio ya que Peña Nieto, en vez de protegernos nos vulnera ante agentes agresores externos debido a que es muy probable que esta visita y sus razones hayan evidenciado una blanda y débil política en México. Solo me refiero a la política ya que ese no es el sentir y jamás será la manera de describir a los mexicanos que somos fuertes y nos sabemos defender aquí y donde sea. Necesitamos un presidente que piense como todos los mexicanos. Necesitamos un presidente seguro de sí mismo y que se muestre fuerte ante estas absurdas amenazas sin necesidad de abrirle las puertas de nuestra casa a quien dice de manera absurda dice que construirá un muro.

Y si me equivoco con esto entonces ¿Por qué invitaste a Trump?

miércoles, 15 de junio de 2016

Sobre cifras y discursos, primera parte.



Sobre cifras y discursos, primera parte.

Reformas estructurales, integrables; informes y reportes; discursos y campañas; propaganda institucional, fotografías y auto-fotos; estadísticas y estudios; observaciones y protocolos. 

Debates y discursos exceso de leyes para fomentar la corrupción, intereses detrás de cada iniciativa. A menudo las cifras se utilizan para matizar la acción política pero, cuando es que preocupan por el bienestar de la gente. ¿En qué momento los que toman decisiones, porque así se los encargamos, se preocupan por la gente? Más bien parece una guerra de números y mientras más cifras más insensibilidad y mayor desapego a la verdadera realidad como si los números y su interpretación fueran un escudo entre quien da el discurso y quien lo escucha.

Cuando una persona que vive al día, preocupada por lo que comerá al mañana, entenderá lo que significa: “alza”, “déficit”, “tasas”, “per capita”, “índice”, “PIB”, “Deuda Externa e Interna”, etcétera. Esto es lo que nos entregan como resultado de la confianza cuando nosotros votamos por ellos. Si queremos entender primero necesitamos contar con salud, una buena nutrición, educación y así un decente aprendizaje. Pero que sucede cuando ellos continúan su trabajo, en sus esferas ejecutando, debatiendo e “informando” respecto a sus responsabilidades que más bien se vuelcan hacia la contribución de fama para su partido; acumulando números para la rendición de cuentas y la próxima contienda política.

Aquí, los órganos reguladores también contribuyen de manera importante. En México el Instituto Nacional Electoral otorga sumas millonarias a los partidos que más afiliados contengan en sus filas, por consiguiente los partidos hacen todo lo posible por recolectar firmas e identificaciones electorales ¿para qué? Pues para contar con un número más atractivo en sus bolsillos, misma cantidad que permitirá la subsistencia de su partido y de quienes militan en él. Por eso en México la política de partidos mucho tiene que ver con el fútbol, a mayor fama más dinero y poder. Las necesidades que se queden ahí, si nuestra gente tiene mejores oportunidades la tarea de recolectar dinero se puede venir abajo o en otros términos: “la brecha entre clases sociales quedará disminuida” y si la desigualdad desaparece y las condiciones mejoran, que será de nuestros partidos políticos hegemónicos que ocupan en poder. 


Las cifras
Los números tienen un efecto en la percepción que tenemos sobre lo que sucede y nuestra realidad, por ejemplo: si México le gana, en el fútbol, 1-0 a Estados Unidos; si el dólar se vende a $15.75 en vez de $18.30; si “la pobreza disminuye en un 10% en 2016”; si la inversión en salud aumenta en un 15%; si la gasolina baja de precio hoy; si hoy se regalaron 10 mil tabletas; si la inversión en México aumenta en un 5% etcétera...
Todos estos números son positivos e interpretados de manera que sigan pareciéndolo. Pero qué pasaría si los medios de comunicación, el sector gobiernos y otros anuncian lo siguiente:

El dólar se vende en $15.75 en vez de $18.30 (y hace diez años el dólar se vendía a $3 pesos); si “la pobreza ha disminuido en un 10% (después de décadas en las que la brecha creció a un ritmo de 8% por año); la gasolina baja de precio hoy (después de un aumento constante de precio durante los pasados 15 años); hoy se regalan 10 mil tabletas a estudiantes de primaria (que no saben usarlas y que carecen de nutrición para sobrellevar una educación básica integral que les permita usar adecuadamente una tecnología de ese nivel); la inversión en México percibe un incremento del 5% (si ya que empresas transnacionales tienen la oportunidad de explotar a mexicanos que tienen una gran necesidad).  
 
Al final todos son números, al final eso es lo que nos entregan los medios de comunicación y los discursos, pero que es lo que hace falta para que, quienes toman decisiones, dejen de hacer esto y se propongan decidir y actuar con sensibilidad, dejando a un lado los números porque esos son para los equipos de trabajo que los asesoran, los números permiten la continuidad de ciertos programas y acciones de las autoridades, los números se los tienen que quedar ellos. Nosotros necesitamos resultados, nosotros necesitamos acceso a servicios de salud dignos, nutrición y buenas condiciones para poder contribuir a esa máquina que es nuestro país, que es el planeta entero. 
¿Quiénes toman decisiones saben lo que es una necesidad? ¿Ellos saben lo que es la pobreza? ¿Conocen la desigualdad? ¿Saben los que es sufrir una enfermedad y no contar con atención médica? Esas personas conocen de esta situación porque alguien más se los presento en un papel (con cifras) o a través de algún documento electrónico. Ellos no conocen la realizad por experiencia propia y por eso sus decisiones no han sido acertadas. 

¿Qué es lo que se propone?
La propuesta consiste en el incremento de la sensibilidad, a medida que los debates políticos y los esfuerzos por reformar al estado avanzan, los procedimientos se alejan de lo que alguna vez fue el voto de la gente. Ahora que ya han sido votados hasta fuero se les otorga para que se note la diferencia. Ahora que ya tienen el voto no nos visitan y las calles por las que los candidatos hicieron su campaña vuelven a su estado normal; ya no se pintaran las banquetas y las áreas verdes otra vez serán basureros. 

La propuesta es invitar a nuestros representantes a alejarse del protocolo y que, de manera directa, actúen. Como en la publicación pasada comenté y así lo sugiere el concepto de políticas públicas y su significado: acción. Por ello, nuevamente, la propuesta para todos es actuar. Los ciudadanos no necesitamos informes por escrito o a través de un discurso, los ciudadanos no queremos ver la foto de nuestro representante con un ciudadano sonriente por el privilegio que se le otorga al ser partícipe de una foto con el presidente. 

Los ciudadanos queremos ver que nuestro entorno funcione y ojo representantes, no estamos pidiendo el informe sexenal o trianual estamos exigiendo atención y acción donde más se necesita y donde menos se ve. Los ciudadanos piden cosas tan simples como un sistema de irrigación y no una carretera de lujo que te conecte con el centro vacacional más popular, los ciudadanos piden sistemas de desagüe en sus colonias y no esculturas excéntricas en los lugares más turísticos de la ciudad; los ciudadanos piden trabajo y seguridad social con dignidad y no segundo piso del periférico que jamás podrá ser utilizado por la mayoría de la población ya que no tienen automóvil, piden acceso a alimentos dignos y no que les regalen 10 mil tabletas electrónicas que no sabran usar adecuadamente.

¿Tú que piensas?